Tener unos huesos fuertes en la infancia sienta las bases para una buena salud ósea durante el resto de la vida. Desarrollamos casi toda nuestra densidad ósea durante la infancia y la adolescencia, por lo que, la mayoría de las personas terminan de formar sus huesos alrededor de los 20 años de edad.
En la etapa adulta, seguimos sustituyendo huesos viejos por nuevos, pero a un ritmo más lento. Como adulto mayor, nuestros huesos se debilitan, por ello te brindamos estas recomendaciones:
- Consume alimentos ricos en calcio: es un mineral muy conocido que ayuda a tener unos huesos sanos. Se encuentra en los lácteos, frutos secos y semillas, así como en algunos vegetales de hojas verde.
- Consulta por suplementos de vitamina D: ayuda al cuerpo a absorber el calcio, por ello a menudo tu médico te recetará ambos, si no se ingiere una cantidad suficiente en la dieta.
- Anímate a hacer ejercicio: tus músculos se vuelven más fuertes cuando más los utilizas y lo mismo ocurre con los huesos. Actividades como caminar, correr, saltar son muy buenas para tener unos huesos óptimos, se recomienda actividad de carga de peso porque utiliza la fuerza de nuestros músculos y la gravedad para ejercer presión sobre los huesos, haciendo que el cuerpo los fortalezca.
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